15 junio 2010

Cuentos de Volea

Le damos la bienvenida al blog a un nuevo miembro. Un humilde servidor de la escritura, que ha demostrado que en más de una ocasión ha demostrado que lo suyo es el fútbol. Su trayectoria no es incipiente, sin embargo, se desconoce con certeza su nombre real. La vida lo bautizó como D. Bolea.
Algunos pueden pensar que su apodo nació en algún centro atrás en los potreros porteños, otros lo atribuyen a su facilidad para relatar cuentos al pasar. La mayoría sin embargo, solo se remite a evocarlo por su tan placentero apodo.


Inauguramos su columna Dolinesca (que esperamos llegue para quedarse) con un cuento corto que dice asi:




La sexta fecha
Doce del seis, un Kultor Satánico 


Un día lluvioso, La selección Argentina debutaba en la copa del mundo ganándole a Nigeria con gol de Heinze… ¿de quién? Si ¡¡del Gringo!! . Esto demuestra que cualquier cosa puede suceder en el mundo fútbol .
Este hecho futbolístico que quedará  en la historia fue a las dieciseis horas Sudafricanas del 12 de junio de 2010. El mismo día a las dieciseis horas de argentina se jugaba en el barrio de Flores el torneo de ex alumnos del Colegio Schonthal .
Solo se jugaron cuatro de los siete partidos. En el primer turno se enfrentaron Yingo VS Kul Kul Klan.  Este último equipo cuenta con un goleador de raza, alma mater del conjunto que le debe su nombre a este asesino del gol:.¡KULTOR!.
Dice la leyenda que el rompe redes del Barrio del Ángel Gris, tiene un pacto con el diablo. El alma del goleador a cambio de goles. En la vida de Julián González, tal es el verdadero nombre del afamado “HOMBRE GOL”, solo hay goles, respira goles, algunos aseguran que por cada gol obtendrá como bónus , cien años de vida. Goles, goles y solo goles es lo que dicen que hay en la cabeza de Kultor.
Ese sábado doce, dos veces seis, del mes seis, triple seis, lo que da como resultado la escalofriante cifra satánica 666, el HOMBRE GOL  nos dejó en claro a algunos de los presentes, que su pacto diabólico era una realidad tan inapelable como este hecho que paso a relatar y que un documento fílmico comprueba.
Kul Kul Klan perdía por cuatro goles de diferencia, el arco de Yingo era infranqueable para el artillero que solo había conseguido una anotación. El partido espiraba, parecía diluirse entre la lluvia que azotaba los chapones del patio.... pero de repente, algo sucedió: fue allí cuando algunos pudimos ver, sin poder salir de nuestro asombro,  como el rostro de Kultor se desfiguraba, como sus ojos inyectados en sangre se teñían de rojo, dos protuberancias en la frente comenzaban a dibujarse, los colmillos se asomaban por sobre su labio inferior y su piel parecía derretirse.  Yo fui testigo de esta metamorfosis.
Fue entonces cuando la desesperación pareció adueñarse del goleador e imprevistamente le arrebató el balón a un jugador adversario que se disponía a fusilar al arquero de KKK para patear contra su valla clavándole un golazo a su propio portero, el que salió a gritar con brazos elevados al cielo, al mismo tiempo que su rostro volvía velozmente a la normalidad.
Los que nos percatamos de la mutación de Kultor y conocemos la leyenda que ronda la vida del HOMBRE GOL, comprendimos el porque de la amplia sonrisa que se adueñó de la cara de este asesino de redes al terminar el partido que su equipo perdió por 7 a 2 .


Un auténtico Kultor satánico.


Por D. VOLEA







3 comentarios:

Kultor dijo...

jajajajaja dejen las drogas por favor!!!

Lucho dijo...

Jajajajaja entre tu calentura y las risas del Indio en el video me hicieron reir mucho

Kultor dijo...

qué mal que vengo chabón